M/N "Ciudad de Cádiz"

Construido para Compañía Trasmediterránea en 1929

Última actualización: 12 de diciembre de 2018

 

CARACTERÍSTICAS

 Nombres y propietarios

 

Infanta Cristina  (1929 - 1931)

Ciudad de Cádiz  (1931 - 1937)

Compañía Trasmediterránea

 

Tipo

 

Mixto Pasaje/Carga

 

Año de construcción

 

1929 (LR-1932)

 

Constructor

 

Cantieri Navale Triestino

Monfalcone (Italia)

(LR-1932)

 

Número de construcción

 

205 (Miramar)

 

Fecha de contratación

 

23 de abril de 1928   (C.N. Triestino)

 

Fecha de la puesta de la quilla

 

30 de julio de 1928   (C.N. Triestino)

 

Fecha de la botadura

 

10 de abril de 1929   (C.N. Triestino)

 

Fecha de la entrega

 

24 de Julio de 1929   (C.N. Triestino)

 

Final del buque

 

Torpedeado y hundido en posición 39º 38´N - 20º 46´E el 14 de agosto de 1937, durante la guerra civil española.

                              (Miramar)

 

Identificación

 

5606969   (Miramar)

 

Señal de llamada

 

EARE   (LR-1932)

 

Puerto de registro

 

Barcelona   (LR-1932)

 

Material del casco

 

Acero   (LR-1932)

 

Número de cubiertas

 

Dos corridas   (LR-1932)

 

Doble fondo

 

De estructura celular de 88 m de longitud con capacidad para 718 t de agua, peak de proa con capacidad para 346 t y tanques en el túnel con capacidad para 236 t de agua.

                                (LR-1932)

 

Superestructuras

 

Castillo de proa de 21,95 m   (LR-1932)

 

Desplazamiento a máxima carga

 

6.300 t   (C.N. Triestino)

 

Peso muerto

 

2.700 t   (C.N. Triestino)

 

Registro bruto

 

4.617 TRB   (C.N. Triestino)

 

Registro neto

 

2.720 TRN   (C.N. Triestino)

 

Eslora total

 

115,20 m   (C.N. Triestino)

 

Eslora e.p.p.

 

111,00 m   (C.N. Triestino)

 

Manga máxima

 

15,49 m   (C.N. Triestino)

 

Puntal de construcción

 

8,84 m   (C.N. Triestino)

 

Calado máximo

 

5,97 m   (C.N. Triestino)

 

Pasajeros

 

560   (Historia de la Flota)

 

Potencia de propulsión

 

5.200 BHP   (C.N. Triestino)

 

Velocidad

 

16 nudos   (C.N. Triestino)

 

Planta propulsora

 

Dos motores diésel Burmeister & Wain, inyección directa, cuatro tiempos, simple acción y 8 cilindros c/u, de 550 mm de diámetro por 1.000 mm de carrera, funcionando a 190 rpm. Fabricados por Burmeister & Wain - Copenhagen

                                (LR-1932)

 

 

Grupos electrógenos

 

3 grupos generadores diésel-dinamo accionados por un motor diésel de 3 cilindros, de 280 mm de diámetro por 450 mm de carrera, y 165 BHP a 330 rpm, cada uno.

 

                              (C.N. Triestino)

 

Capacidad de combustible

 

506 m3   (C.N. Triestino)

 

Capacidad de aceite lubricante

 

27 m  (C.N. Triestino)

 

Capacidad de agua potable

 

474 m3   (C.N. Triestino)

 

Agua de lastre en doble fondo

 

603 t   (C.N. Triestino)

 

HISTORIAL


"Infanta Cristina", nueva motonave para Compañía Trasmediterránea

     En la última mitad de la década de los veinte, Compañía Trasmediterránea impulsó un plan de nuevas construcciones para potenciar la línea Península-Canarias y los servicios de Baleares y el Estrecho. La Compañía apostó claramente para que estos nuevos buques fueran motonaves y la contratación se efectuó, no solo con los astilleros españoles de la Unión Naval de Levante, sino en astilleros extranjeros de Alemania e Italia. Los buques que habrían de atender la línea Península-Canarias deberían estar adaptados a las necesidades de esta línea con gran capacidad de pasaje y carga así como espacios disponibles para el transporte de mercancía refrigerada, especialmente racimos de plátanos. 

     La primera de estas motonaves construidas en Italia fue contratada por Trasmediterránea a los astilleros Cantieri Navale Triestino, de Monfalcone (Italia). Este buque, que recibió el nombre de Infanta Cristina, fue la construcción número 205 de los mencionados astilleros y su botadura tuvo lugar el 10 de abril de 1929, en una vistosa ceremonia que estuvo presidida por el embajador de España en Italia, conde de Vizaña y en la que actuó de madrina la esposa de éste en representación de la Infanta Cristina, cuyo nombre ostentaba el nuevo buque.

     Tres meses después se realizaron las pruebas de mar y fue entregado a Compañía Trasmediterránea. La motonave Infanta Cristina, al mando de su primer capitán Antonio Dezcallar Montis, zarpó rumbo a Barcelona, a donde arribó el 24 de julio siguiente, siendo recibido con gran entusiasmo. El día 27 se repitieron las pruebas de mar en presencia de una comisión que presidió el comandante de Marina de la Ciudad Condal.

     El buque, de elegante línea marinera enmarcada por una proa recta, popa de espejo y dos chimeneas cortas y bien proporcionadas, quedó incorporado a la línea Barcelona-Canarias, con escala en Cádiz.

     En la revista Shipbuilder, de junio de 1929, se describe al buque Infanta Cristina de la siguiente manera:



                                            The Italian-built Motor Passenger Liner "Infanta Cristina"

                                                For Service between Spain and the Canary Islands

El 10 de abril se ha botado, con éxito, la primera de las motonaves construidas por Cantiere Navale Triestino, de Monfalcone, cerca de Trieste, por orden de la Compañía Trasmediterranea de Barcelona.

Este buque, que ha sido bautizado como Infanta Cristina, tiene un interés inusual; y en la botadura estuvieron presentes su Excelencia el Embajador de España, representando a Su Majestad el rey, y la Condesa de Vizaña, que representaba a Su Alteza Real Doña María Cristina, de quien el barco luce el nombre.

Las características principales del buque son:

   Eslora total: 377 pies 11 1/4 pulgadas (115.20 metros)

   Eslora entre perpendiculares: 364 pies 1 1/2 pulgadas (111 metros)

   Manga de trazado: 50 pies 10 pulgadas (15.494 metros)

   Puntal de trazado, 29 pies 0 pulgadas (8.84 metros)

   Altura de los entrepuentes:

   Cubierta alta y cubierta baja, 8 pies 2 1/2 pulgadas (2.50 metros)

   Cubierta alta y castillo de proa, 8 pies 2 1/2 pulgadas (2.50 metros)

   Cubierta alta de paseo, 8 pies 2 1/2 pulgadas (2.50 metros)

   Cubierta de paseo alta: 8 pies 2 1/2 pulgadas (2,50 m)

   Cubierta de botes: 11 pies y 1 3/4 pulgada (3.40 metros)

   Calado en carga: 19 pies 0 1/4 pulgada ( 5.80 metros)

   Peso muerto: 2.000 toneladas

   Velocidad a plena carga: 16 nudos

   Velocidad en pruebas con un desplazamiento de 5.000 toneladas: 17 nudos

   Número de pasajeros: 100 de primera clase, 50 de segunda y 60 de tercera

El buque, que ha sido construido bajo la supervisión del Lloyd´s Register of Shipping con la clasificación más alta, es de superestructura completa tipo "with freeboard" (textual). Hay dos cubiertas corridas extendiéndose de la roda a la popa, y una cubierta baja parcial desde el mamparo de colisión a la parte delantera del mamparo del deep tank. Este tanque esta adaptado para llevar combustible.

Otras características del diseño son un castillo de proa y una larga superestructura con cubierta de paseo superior extendiéndose desde la parte trasera del buque hasta la bodega numero 2. Al centro del buque, sobre la cubierta de paseo, esta la cubierta de botes, en la cual hay una superestructura conteniendo los camarotes de oficiales , la estación de telégrafia sin hilos y la enfermería con camarotes para el doctor y la enfermera. A un nivel mas alto está la derrota y el puente.

El doble fondo que se extiende a proa y popa entre los mamparos del buque, esta dividido en ocho compartimentos por medio de mamparos estancos, adaptados para llevar indistintamente lastre o combustible. Bajo la cámara de maquinas el doble fondo tiene mayor altura, en orden a aumentar la rigidez con el fin de disminuir las vibraciones y las tensiones al casco.

La acomodación para los pasajeros de primera está dispuesta en la cubierta de paseo y en la cubierta alta, en la parte central del buque. Los camarotes, todos los cuales son espaciosos y provistos de los adelantos tecnológicos disponibles para un mejor confort, están diseñados para una, dos y tres personas, siendo notable la proporción de los disponibles para un solo pasajero. La decoración de los camarotes, salones y espacios destinados a estos pasajeros han sido diseñados por el departamento especializado del astillero, el mismo que ha construido y decorado los soberbios liners Saturnia y Vulcania (que llenaron las revistas especializadas de la época) bien estudiados en las páginas de nuestra revista.

Dos camarotes de lujo, cada uno consistiendo en un elegante dormitorio y sala de estar junto a un baño privado, están dispuestos en la parte delantera de la superestructura. Los espacios disponibles para los pasajeros de primera son: una sala de recepción, un comedor, un salón fumador y una guardería.

Los camarotes de segunda, como los de primera clase, tienen servicio de agua caliente y fría y están ventilados según los últimos adelantos de la tecnología. Para los pasajeros de tercera clase hay dos comedores separados bajo el puente de proa, y su simple pero higiénica acomodación esta dispuesta en la parte delantera del buque, separada de los alojamientos de la tripulación.

La maquinaria consiste en dos sets de motores de cuatro tiempos Burmeister & Wain, de ocho cilindros , airless-injection desarrollando un total de 5.200 bhp dando al buque una velocidad en carga de 16 nudos. Los generadores eléctricos están acoplados a unidades de motores Diesel auxiliares; las válvulas, molinetes, etc, están movidos por energía eléctrica.



     El 11 de septiembre de 1929, el buque Infanta Cristina llegó a Cartagena, procedente de Valencia, para participar en las maniobras de la Escuadra española que iban a desarrollarse entre el Golfo de Valencia y Baleares, quedando amarrado en el espigón del Club de Regatas. El buque, arboló la insignia de la flota y en él embarcaron el Rey Don Alfonso XIII, el Presidente del Gobierno don Miguel Primo de Rivera, todos los Ministros del Gobierno, excepto el de Trabajo, el Jefe de Estado Mayor de la Armada Contralmirante Salvador Carvia y Caravaca, así como los representantes de los medios informativos. A bordo del Infanta Cristina presenció el Rey el desarrollo de las maniobras y con este motivo, el J.J. Síster, embarcó en el puerto de Valencia al séquito y a numerosos invitados para presenciar las operaclones navales. Por ese motivo, el moderno líner español visitó por primera vez los puertos de Palma de Mallorca y Mahón.

     Reincorporado a la línea regular Barcelona-Cádiz-Canarias, hizo también algunos viajes a Guinea, alternando con las motonaves Fernando Poo y Dómine.



El buque "Infanta Cristina" primer "Ciudad de Cádiz"

     El cambio político debido a la implantación de la Segunda República, el 14 de abril de 1931, tuvo inmediatas consecuencias en la nomenclatura de la flota de Compañía Trasmediterránea. Aquellos buques que ostentaban los nombres de miembros de la Familia Real y de políticos de la Monarquía, hubieron de ser cambiados por disposición gubernativa y Compañía Trasmediterránea acordó imponerles nombres de ciudades, quedando de la siguiente manera:

          Reina Victoria - Ciudad de Melilla

          Príncipe Alfonso - Ciudad de Palma

          Infante D. Jaime - Ciudad de Barcelona

          Infante D. Juan - Ciudad de Alicante

          Infante D. Gonzalo - Ciudad de Valencia

          Infanta Beatriz - Ciudad de Sevilla

          Infanta Cristina - Ciudad de Cádiz

          General Berenguer - Ciudad de Mahón

          General Jordana - Ciudad de Málaga

          Miguel Primo de Rivera - Ciudad de Algeciras

          General Sanjurjo - Ciudad de Ceuta


 
     De esta forma el Infanta Cristina pasó a lucir en su popa y amuras el nombre de Ciudad de Cádiz y mantuvo sus servicios habituales realizando, asimismo, algunos viajes extraordinarios. 

     El más destacado de estos viajes extraordinarios lo efectuó en el verano de 1933 y consistió en la realización de un crucero universitario, organizado por el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid, Manuel Garcia Morente. El grupo estaba compuesto por 188 profesores y alumnos, y el carácter innovador del proyecto residía en un curso de Humanidades impartido a bordo y poder estudiar, in situ, los orígenes de la civilización europea. Los cruceristas pertenecían a la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid, a otras universidades, principalmente de Barcelona, y a la Escuela de Arquitectura, siendo seleccionados los estudiantes por sus méritos académicos y el rendimiento en los cursos. Los profesores y estudiantes que pudieron permitírselo pagaron una cantidad, que no era muy elevada, y los demás tuvieron medias becas o becas completas.

     El viaje se inició el 15 de junio en Barcelona, una vez terminado el curso escolar 1932-33, y finalizó en el puerto de Valencia el 1 de agosto tras 45 días de crucero. El buque Ciudad de Cádiz, al mando del capitán Jaime Gelpi Verdaguer, visitó los puertos de Túnez, Susa, La Valetta (Malta), Alejandría, Haiffa, Candia (Creta), Rodas, Smirna, Constantinopla, Salónica, Atenas, Nauplia, Itea, Catácolo, Siracusa, Palermo, Nápoles y Palma de Mallorca. Los profesores pronunciaron conferencias preparatorias a lo largo del crucero, y se organizó un concurso entre todos los alumnos para premiar el mejor diario, cuya redacción era obligatoria.

     Entre los pasajeros se encontraban, además de su organizador Manuel García Morente, el rector de la Universidad Central Elías Tormo Monzó, el prestigioso catedrático Luis Pericot García, Guillermo Díaz-Plaja, Julián Marías, Manuel Ballesteros Gaibrois, Arturo Ruiz Castillo, Manuel Granell Muñiz, Carlos A. del Real, Luís Díez del Corral, Antonio Tovar, Jaime Vicens Vives, Salvador Espriu Castelló, Fernando Chueca Gotilla y Enrique Lafuente Ferrari. Personalidades como Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset y Juan Zaragüeta, colaboraron activamente para lograr el éxito del crucero. Los Ministerios de Instrucción Pública y de Marina ayudaron activamente en el evento, logrando de Compañía Trasmediterránea el fletamiento del buque Ciudad de Cádiz, que tuvo la ocasión de ondear el gallardete de Compañía Trasmediterránea en más de 20 puertos de la cuenca mediterránea. También, y con motivo de la realización de este crucero, su capitán, Jaime Gelpi Verdaguer, fue condecorado con la Encomienda de Alfonso X el Sabio.

     Gregorio Marañón, en la colaboración literaria "Adiós y esperanza al Ciudad de Cádiz", publicada en el diario El Sol de Madrid del 17 de junio de 1933, despedía al Ciudad de Cádiz y sus cruceristas de la siguiente manera:

El barco blanco se ha alejado del muelle y se ha ido de España con los estudiantes de la Universidad. Unos cuantos profesores; y los demás eran todos adolescentes, muchachas y hombres en agraz. Parecía que la maniobra la hacían los marinos con un cuidado infinito, como si se les fuera a romper entre las manos rudas y las grandes cuerdas el frágil cargamento. El remolcador tiraba dulcemente de la gran nave. ¿Cuántas veces han visto los hombres del puerto el trasatlántico que se va y los pañuelos que se pierden y los que se quedan, agitados con el mismo ritmo del corazón?. Y, sin embargo, había en la emoción de hoy una vibración profunda que nos estremecía más allá de la ternura personal, hasta las fibras sagradas de todo lo que es más que amor a los hijos, a los hermanos, a los amigos: porque es fe y religión de España... "¿Que piensa usted del momento político?", se acercó a preguntarme un reportero amigo. No he sabido que responderle. Mi política estaba en el "Ciudad de Cádiz", que enfilaba graciosamente el alta mar.

     Este Crucero Universitario sirvió de modelo a Miguel de la Quadra Salcedo para proyectar y realizar los viajes iberoamericanos de estudio a bordo de otro buque de Trasmediterránea, el J. J. Síster, en el programa denominado Aventura 92.

     Otro de los viajes extraordinarios lo realizó el 15 de julio de 1934. Organizado por El Día Gráfico, embarcó en Barcelona a la expedición que visitó Formentor y cuando llegó a este puerto fue visitado por el comandante general de Baleares, general Franco, así como su hermano Ramón y los alcaldes de Palma y Pollensa. Entre los pasajeros figuraba el conseller de Gobernación de Cataluña, Josep Tarradellas. En septiembre de ese mismo año hizo un viaje similar de Barcelona a Palma y más tarde fue habilitado como buque prisión tras la proclamación el 6 de octubre de 1934 del Estado catalán y entre sus prisioneros estuvo el presidente de la Generalitat, Lluís Companys y varios consejeros.



El Ciudad de Cádiz durante la Guerra Civil Española

     Después del 18 de julio de 1936, el buque Ciudad de Cádiz fue incorporado, como unidad auxiliar a la Escuadra republicana con base en Málaga y participó en las operaciones de ataque a los puertos nacionales del Estrecho.

     En el mes de agosto participó en el transporte de tropas desde Barcelona a Mallorca, en el fracasado intento de la conquista de la isla. En el puerto de Mahón se concentró la flota de desembarco, de donde zarpó el día 16. Desde las costas de Manacor hizo varios viajes a Barcelona para embarcar más tropas, en el último de los cuales zarpó de la Ciudad Condal el 25 de agosto con mil milicianos a bordo.

     Más tarde, el Ciudad de Cádiz hizo varios viajes a los puertos soviéticos del Mar Negro y retornaba a Cartagena o Barcelona, según conviniese. Uno de estos viajes fue el último que realizó en su corta vida marinera. Manuel Rodríguez Aguilar, historiador marítimo especializado en desastres y naufragios, en su colaboración especial "El ataque y hundimiento del Ciudad de Cádiz", nos relata los últimos momentos de este precioso barco basado en la información contenida en la Protesta presentada por el capitán del buque tras su hundimiento:

     Uno de los buques mercantes al servicio de la República que viajaba a los puertos soviéticos del Mar Negro durante la Guerra Civil española fue el Ciudad de Cádiz. Transcurría el verano del año 1937. Atracado en los muelles del puerto de Odessa, el bonito liner español esperaba concluir las operaciones de carga y poner rumbo a la península. En esta ocasión, el cargamento se componía de 73.875 kilogramos de acero, 177 cajas de piezas y 43 camiones, un importante envío para la ciudad de Valencia, el destino que las autoridades le habían programado. Al mando de la motonave de la Compañía Trasmediterránea se encontraba el capitán Francisco Mugartegui Tellechea, su primer maquinista era José Marimón Vinardell y el resto de la tripulación estaba compuesta por 77 hombres.

     Con todos los trámites finalizados el buque se hizo a la mar. La navegación por el Mar Negro fue completada sin contratiempos. El paso por el Bósforo y los Dardanelos transcurrió con normalidad, si bien nadie podía evitar que en sus orillas hubiera numerosos ojos indiscretos que identificarían sin duda al Ciudad de Cádiz. A continuación, esa información se convertiría en un mensaje de gran importancia, que era transmitido a los contactos que tenían designados. Una vez recibido, el contenido se analizaba y los responsables decidían la acción a tomar. Para terminar, los encargados se lo comunicaban al ejecutor, que era el que se encargaba del trabajo final.

     A primeras horas de la mañana del domingo 14 de agosto de 1937, el Ciudad de Cádiz abandonó confiado el Estrecho de los Dardanelos. Su primera referencia sería la isla turca de Bozcaada, también conocida con el nombre de Ténedos (por los griegos), próxima a la entrada del estrecho. Cuando el faro instalado en su parte más occidental (Faro de Bozca-Ada) se encontraba por el través de babor, el capitán ordenó al timonel poner rumbo verdadero S-29-W. Como en anteriores ocasiones, suponía hacer el rumbo directo hasta el Cabo Doro, con el fin de acceder al canal de su mismo nombre que separa las islas griegas de Andros y Tinos.

     Había transcurrido una hora desde el cambio de rumbo (a unas 10 millas de Mandaï Adassi) cuando las personas que montaban guardia en el puente advirtieron con gran sorpresa que un submarino emergía a cierta distancia por la amura de estribor. Una vez en superficie lo vieron pasar de vuelta encontrada con su proa rumbo a la isla Bozcaada. En la vela se distinguía pintado en rojo el distintivo C-3, pero sin mostrar pabellón alguno. La primera impresión fue que se trataba de un sumergible extranjero, bastante nuevo y con poderosa artillería. De acuerdo con la Protesta del capitán, “El submarino de construcción muy moderna, provisto de dos gruesos cañones uno a proa del puente y cara a la popa del periscopio, además estaba provisto de dos cañones antiaéreos y se veía el aparato del radiogoniómetro.” Aunque no lo sabía, estaba hablando del sumergible italiano Ferraris, de la clase Arquimede, que había entrado en servicio en 1935. El armamento, visible en la cubierta, estaba compuesto por dos cañones de 100/43 mm O.T.O. y dos ametralladoras de 13,2 mm Breda. Lo mandaba el capitán de corbeta Sergio Lusena en lo que suponía la segunda campaña submarina italiana, que había comenzado a primeros del mes de agosto.

     Poco a poco el submarino se fue alejando hasta colocarse a unas tres millas por la popa del mercante. En ese instante giró ciento ochenta grados y comenzó a seguir la derrota del Ciudad de Cádiz. El capitán, viendo el peligro que corrían, ordenó al primer maquinista aplicar todas las revoluciones que pudieran dar sus motores. El “extraño compañero de viaje”, con más velocidad, empezó a acercarse con la clara intención de torpedearle. Sin embargo, la maniobra fue mal ejecutada por el comandante del submarino. Por entonces, el oficial de radio del mercante llevaba ya varios minutos transmitiendo desesperados mensajes de socorro. El submarino volvió a la carga hasta colocarse, alrededor de las 10:30 horas (hora de Estambul), a una distancia segura de 300 a 400 metros por el costado de estribor del indefenso buque. En esos momentos, el Faro de Bozca-Ada se encontraba a 15 millas por la popa y la ciudad de Bababurun a unas 18 millas.

     Sin previo aviso comenzó a disparar uno de sus cañones. Tras el primer disparo de intimidación, que afectó a la superestructura y al mástil que soportaba las antenas de radio, los mismos artilleros de cubierta, “vestidos de ordinario con trajes de faena no observando ningún distintivo”, se encargaron de izar “la bandera monárquica de los rebeldes fascistas.” En el buque español izaron rápidamente la bandera blanca, que no sirvió de nada porque, a continuación, vieron partir del submarino dos torpedos y su letal estela en la superficie. El primero impactó a la altura de los camarotes de primera clase y el segundo en la bodega nº 2, contiguos uno del otro, abriendo dos grandes boquetes. La secuencia fue rematada con otros siete disparos de cañón repartidos por toda la superestructura. A tan corta distancia ninguno de los disparos erró en el gran e indefenso blanco, aunque, con toda la suerte del mundo, sin que se produjeran desgracias personales.

     El capitán ordenó abandonar el buque, que empezó a hundirse lentamente de proa y escorado a estribor, lo que dio tiempo suficiente a la tripulación para lanzar al agua tres botes salvavidas y embarcar en ellos. El misterioso submarino, primero se acercó hacia su víctima y después se alejó a una media milla de distancia para contemplar el espectáculo hasta que, pasados dieciséis minutos del primer disparo, el Ciudad de Cádiz desaparecía bajo las aguas en la posición: 39º 38’N de latitud y 25º 46’E de longitud. A continuación viró, puso rumbo Oeste y desapareció del lugar a toda máquina.

     Dos siluetas se divisaban en el horizonte. A las once de la mañana, los tres botes salvavidas llegaban al costado del petrolero soviético Varlaam Avanesov, de 6.557 TRB y perteneciente a la naviera estatal Sovtorgflot. El capitán Ostachewsky había forzado sus máquinas para acercarse a la posición del ataque que había sido transmitida en los mensajes de socorro. Su tripulación ayudó a subir a bordo a todos los hombres excepto a dos que fueron recogidos por un buque danés, que también había atendido las llamadas de socorro. Estos dos hombres se habían quedado a bordo con la intención de salvar a varios perros y gatos. Finalmente tuvieron que tirarse al agua al no darles tiempo a embarcar en los botes. Con gran fortuna todos se encontraban sanos y salvos. El petrolero, que se dirigía a un puerto ruso, hizo escala en el puerto turco de Canakkalé (Chanak), en pleno Estrecho de los Dardanelos. Al no recibir permiso para desembarcar, los supervivientes fueron llevados a Estambul, donde el capitán presentó el 17 de agosto ante el Cónsul de España, Ángel Giménez Cuende, la oportuna Protesta. 

     No fue el Ciudad de Cádiz la única víctima que el submarino Ferraris causó a la Compañía Trasmediterránea, ya que el 8 de febrero de 1937 había torpedeado al vapor Navarra en aguas de Altafulla (Tarragona) causando su embarrancamiento y pérdida. 


 

Referencias documentales:

Libro corporativo del Centenario "TRASMEDITERRÁNEA. 1917-2017", de Juan Carlos Díaz Lorenzo, Francisco Font Betanzos y Laureano García Fuentes.

 

Libro "Historia de la Flota" de Juan Carlos Díaz Lorenzo.

Libro "Todo avante" de Marino Gómez-Santos.

Libro "Orígenes y constitución de la Compañía Trasmediterránea. Evolución económica y comercial en el siglo XX" de Francisco Font Betanzos.

Libro "El sueño de una generación. El crucero Universitario por el Mediterráneo de 1933" de Francisco Gracia Alonso y Josep Mª Fullola i Pericat.

Libro "Crucero Universitario por el Mediterráneo. (Verano de 1933)" editado por Residencia de Estudiantes.

Libro "Notas de un viaje a Oriente" de Julián Marías.

Colaboración especial "Ataque y hundimiento del Ciudad de Cádiz" de Manuel Rodríguez Aguilar.

Blog
www.vidamaritima.com de Vicente Sanahuja.

Lloyd´s Register of Shipping años 1935 y 1936.

 

MISCELÁNEA DOCUMENTAL

 

El "Infanta Cristina", buque insignia en las maniobras navales de 1929
Artículo de Francisco Font Betanzos publicado en "Revista General de Marina" de octubre de 2016

 

 

El ataque y hundimiento del "Ciudad de Cádiz"
Colaboración especial de Manuel Rodríguez Aguilar

 

 

GALERÍA DE IMÁGENES

Puesta de la quilla de la motonave Infanta Cristina el 30 de julio de 1928.

Fondo documental del Museu Marítim de Barcelona

www.mmb.cat

 

Estado de las obras el 15 de marzo de 1929.

Fondo documental del Museu Marítim de Barcelona

www.mmb.cat

 

Botadura del buque Infanta Cristina el 10 abril de 1929 en la factoría de Cantieri Navale Triestino de Monfalcone.
Revista Shipbuilder de junio de 1929

 

Botadura de la motonave Infante D. Jaime, el 8 de junio de 1929, y el buque Infanta Cristina en fase de armemento a flote.

Fondo documental del Museu Marítim de Barcelona

www.mmb.cat

 

La motonave Infanta Cristina tomando agua en el dique flotante de Monfalcone dispuesta para su entrega.

Fondo documental del Museu Marítim de Barcelona

www.mmb.cat

 

El nuevo buque a su llegada al puerto de Barcelona el 24 de julio de 1929.

Fondo documental del Museu Marítim de Barcelona

www.mmb.cat

 

La motonave Infanta Cristina, tomada por su amura de estribor, luciendo su bonita elegante estampa marinera.

Fondo documental del Museu Marítim de Barcelona

www.mmb.cat

 

 

Diversas vistas de interiores del buque Infanta Cristina.
Memorias corporativas y archivo LGF

Cubierta de paseo

 

Vestíbulo principal

 

Zonas frontal y de babor de la veranda-bar

 

Salón de música

 

Salón fumador

 

Comedor de primera clase

 

Comedor de segunda clase

 

Capilla

 

Sala de niños

 

Peluquería

 

Salón de la suite "Victoria Eugenia"

 

Dormitorio de la suite "Alfonso XIII"

 

Camarote de primera clase

 

Vista de la sala de máquinas desde el tecle de culatas

 

Diversas vistas de interiores del buque Infanta Cristina.
Memorias corporativas y archivo LGF

 

Libro de Honor de la motonave Infanta Cristina con la firma del rey Alfonso XIII en su primera página.

Fondo documental del Museu Marítim de Barcelona

www.mmb.cat

 

El buque Infanta Cristina tomado por su amura de babor.

Archivo: LGF

NUEVA IMAGEN  (12/12/2018)

 

La motonave Infanta Cristina, en el puerto de Cartagena, preparada para participar como

buque insignia en las maniobras de la Escuadra española de septiembre de 1929.

Fondo documental del Museu Municipal de Nàutica del Masnou

www.elmasnou.cat

 

Bonita y curiosa imagen del portahidros Dédalo y la motonave Infanta Cristina en Cartagena.
Fotografía: Casaú
Del libro de Camil Busquets, Albert Campanera y Juan Luis Coello "Los portaaviones españoles"

 

Entrando en el puerto de Mahón el 28 de septiembre de 1929, durante la realización de las maniobras.

Archivo: Emilio Caballero del Castillo - Luis Manuel Gil de Sola Costell

 

Fondeado en el puerto de Mahón.

Archivo: Jaume Cifré Sánchez

 

El rey Alfonso XIII, con el Ministro de Marina y el padre Fontanals, a bordo del buque Infanta Cristina,posan con la oficialidad. 

Del libro corporativo "Todo avante"

 

La Escuadra española realizando las maniobras en Ibiza.

Fondo documental del Museu Municipal de Nàutica del Masnou

www.elmasnou.cat

 

La motonave Infanta Cristina, en navegación, tomada por su aleta de babor.

Archivo: Enrique García Melón

 

Atracado en Palma de Mallorca.

Fuente: Facebook "Fotos antiguas de Mallorca" (FEM)

 

Atracado, babor al muelle, en el Puerto de la Luz (Las Palmas de Gran Canaria).

Fondo "Loty" - Fototeca Patrimonio Nacional

 

Atracado, estribor al muelle, en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Fondo "Loty" - Fototeca Patrimonio Nacional

 

Diario de noticias de a bordo del día 23 de febrero de 1931.

Archivo: LGF

IMAGEN DESPLEGABLE

 

Ya renombrado Ciudad de Cádiz entrando en El Puerto de La Luz.
Archivo: Juan Carlos Dáz Lorenzo

 

La motonave Ciudad de Cádiz en el dique flotante del puerto de Barcelona junto al vapor Generalife.
Archivo: Vicente Sanahuja

 

Maniobrando en la dársena comercial del puerto de Cádiz. Al fondo la motonave Ciudad de Sevilla en maniobra de arribada.

Archivo: LGF

 

 

 

EL CRUCERO UNIVERSITARIO DEL VERANO DE 1933

 

Itinerario del Crucero Universitario realizado en el verano de 1933 a bordo del buque Ciudad de Cádiz

 

Oficialidad del buque durante el crucero

 

Despedida en el puerto de Barcelona el 15 de junio de 1933

 

El buque Ciudad de Cádiz emprende su viaje de crucero

 

Grupo de cruceristas en cubierta

 

Biblioteca habilitada para uso de los cruceristas

 

Los participantes en el Crucero Universitario posan en el Museo del Bardo, Túnez, el 17 de junio de 1933

 

Aguador sefardita en el puerto de Alejandría el 22 de junio de 1933

 

Visitando la pirámide de Gizeh

 

En el Templo Mayor de Jerusalén

 

Mezquita de Omar en Jerusalén

 

Atracado en Rodas el 3 de julio de 1933

 

Día 6 de julio de 1933. La Mezquita de Mecidiye en la orilla occidental del Bósforo

 

En el fondeadero de Nauplia (Grecia) el 18 de julio de 1933

 

Día 19 de julio de 1933. El Ciudad de Cádiz emboca el canal de Corinto

 

El decano Manuel García Morente y José Ferrándiz Torres posan en la cubierta de paseo del buque Ciudad de Cádiz

 

En el templo de Pestum el 26 de julio

 

Finalizado el crucero, los cruceristas desembarcan en el puerto de Valencia el 1 de agosto de 1933

 

Miguel de la Cuadra-Salcedo recordando al buque Ciudad de Cádiz como referencia del programa Aventura 92

 

Referencias fotográficas:
Libro "El sueño de una generación. El crucero universitario por el Mediterráneo de 1933", de Francisco Gracia Alonso y Josep María Fullola i Pericot.
Libro "Crucero universitario por el Mediterráneo. Verano de 1933", editado por Residencia de Estudiantes.
Libro "Notas de un viaje a Oriente", de Julián Marías.
Revista corporativa "Azul Marino".



 

Aficionados al futbol se desplazan a Barcelona, a bordo del buque Ciudad de Cádiz, para presenciar la final

de la Copa del Presidente de la República celebrada en el estadio de Montjuich el 6 de mayo de 1934.

Archivo: Jaume Cifré Sánchez

 

 

 

EL HUNDIMIENTO DE LA MOTONAVE "CIUDAD DE CÁDIZ" EL 14 DE AGOSTO DE 1937

Croquis de situación del ataque al buque Ciudad de Cádiz, realizado por su capitán Francisco Mugartegui Tellechea,

 contenido en la Protesta realizada ante el Consul de España en Estanbul tras el hundimiento.
Fondo documental de Manuel Rodríguez Aguilar

 

El submarino Ferraris, causante del torpedeamiento y posterior hundimiento del buque Ciudad de Cádiz.
Del libro de Francisco Gracia Alonso y Josep María Fullola i Pericot"El sueño de una generación. El crucero universitario por el Mediterráneo de 1933"

 

 

 

Modelo de la motonave Ciudad de Cádiz expuesto en el Museu Marítim de Barcelona.

Fotografía: LGF

www.mmb.cat

 

Folleto corporativo con la imagen de la motonave Ciudad de Cádiz.

Archivo: LGF

 

Bonita acuarela, con la imagen del buque Ciudad de Cádiz, relizada por M. Martí Barrionuevo.

Archivo: LGF

 

 

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