Vapor "Miramar"

Integrado en la flota de Compañía Trasmediterránea en 1918 al convertirse

Isleña Marítima en empresa filial de Compañía Trasmediterránea


Última actualización: 3 de febrero de 2019

 

CARACTERÍSTICAS

 

Nombres y propietarios

 

Miramar   (1904 - 1918)

Isleña Marítima

 

Tipo

 

Mixto Pasaje/Carga

 

Año de construcción

 

1904   (LR-1910)

 

Constructor

 

N. Odero & Co.

La Foce (Génova) - Italia

(LR-1910)

 

Número de construcción

 

202 (Miramar)

 

Fecha de la botadura

 

17 de diciembre de 1903

(La Marina en las Baleares)

 

Fecha de la entrega

 

Enero de 1904   (LR-1910)

 

Final del buque

 

Embarrancado y perdido en los acantilados de Gargacido, cerca del pueblo de Cariño (A Coruña), en la zona de cabo Ortegal, el 9 de febrero de 1918.

                                 (Miramar)

 

Identificación

 

5602282   (Miramar) 

 

Puerto de registro

 

Palma de Mallorca   (LR-1910)

 

 Material del casco

 

Acero   (LR-1910)

 

Número de cubiertas

 

Dos cubiertas corridas   (LR-1910)

 

Separaciones transversales

 

Cinco cementadas   (LR-1910)

 

Doble fondo

 

De estructura celular, de 12,81 m a popa, 6,41 m bajo máquinas y 22,26 m a proa con una capacidad de 160 t. Peak de popa de 30 t.

                                (LR-1910)

 

Registro bruto

 

1.724 TRB   (LR-1910)

 

Registro neto

 

1.104 TRN   (LR-1910)

 

Eslora e.p.p.

 

82,24 m   (LR-1910)

 

Manga máxima

 

11,00 m   (LR-1910)

 

Puntal de construcción

 

4,49 m   (LR-1910)

 

Calado máximo

 

5,33 m   (LR-1910)

 

Pasajeros

 

206   (Historia de la Flota)

 

Potencia de propulsión

 

299 NHP   (LR-1910)

 

Velocidad

 

13 nudos

 

Planta propulsora 

 

Una máquina alternativa de vapor, de 3 cilindros, de 560, 926 y 1.530 mm de diámetro por 1.000 mm de carrera, fabricada por N. Odero & Co. en Génova.

Dos calderas cilíndricas, fumitubulares, de llama en retorno con tres hornos ondulados cada una, con una superficie de parrilla de 9,20 m2 y una superficie total de calentamiento de 396 m2, funcionando a una presión de régimen de 12,6 kp/cm2.

                                (LR-1910)

 

HISTORIAL

 

"Miramar", primera construcción encargada por Isleña Marítima

     Ante la necesidad de incrementar su flota, y mejorar especialmente la línea de Barcelona, Isleña Marítima contrató con los astilleros Odero, de Génova, la construcción de un vapor que tuviera mayor tonelaje que el Bellver y que estuviera dotado de cámaras más suntuosas. Su construcción, la primera que encargaba Isleña Marítima, tuvo lugar en la factoría de Foce siendo la construcción número 202 de la mencionada factoría.

     La botadura del buque se llevó a cabo el 17 de diciembre de 1903, después de haber tenido que soportar una espera de cuarenta días como consecuencia del mal estado del mar. La ceremonia estuvo amadrinada por Laura de Bernardi, hija del Director Técnico del astillero Odero, recibiendo el buque el nombre de Miramar en honor del monasterio de Miramar fundado por Ramón Llull.

     Una semana más tarde, el 24 de diciembre siguiente, se realizaron las pruebas oficiales en aguas de Génova, en las que el buque alcanzó los 15 nudos de velocidad a tiro forzado y 13 nudos a tiro normal.

     El 7 de enero de 1904, arribó al puerto de Palma por vez primera procedente de Génova, bajo bandera y con tripulación italiana, al mando del capitán Gregorio Costa. A bordo viajaban también el Director de Isleña Marítima Sebastián Simó, el consejero José Barceló y los que iban a ser titulares del buque, capitán Juan Singala y el primer maquinista Antonio Thomás. 

     El vapor Miramar permaneció en puerto durante varios meses mientras se cumplimentaban los trámites para su abanderamiento y el 9 de Abril, al mando del capitán Juan Singala, salió para Marsella al objeto de limpiar fondos, regresando a Palma el día 15 del mismo mes. Antes de acoplarse en la línea regular de Palma a Barcelona, el buque prestó unos servicios especiales con motivo de la visita a Palma del Rey Alfonso XIII. El día 21 de abril salió para recibir al yate real Giralda a la altura de cabo Regana con los miembros de la Junta de Gobierno de Isleña Marítima y muchos invitados. Al día siguiente, junto con su compañero de flota Balear, acompañó al monarca a las cuevas de Artá, Alcudia y Pollensa y el 24 por la noche salió para Ibiza con motivo del viaje del Rey a aquella isla.

     Pocos días después se incorporó a la línea de Palma a Barcelona, siendo el vapor Miramar el “buque insignia” de la flota de Isleña Marítima, y por consiguiente, al mando del decano de sus capitanes y de sus primeros maquinistas, que en aquellos años eran Juan Singala y Antonio Thomás, respectivamente, hasta que la incorporación del buque Rey Jaime II, en Octubre de 1910, lo relegó a lugar secundario.

     El 12 de Junio de 1910 transportó una peregrinación a Civitavecchia, al frente de la cual iba el Obispo Pedro Juan Campins y Barceló, regresando a Palma el día 23 y el 23 de Julio de 1912 nuevamente transportó una peregrinación diocesana a la misma ciudad.

     El Miramar estuvo prestando sus servicios, fundamentalmente, en la línea Palma - Barcelona formando parte de los famosos "cisnes" de Isleña.



El vapor "Miramar" integrado en la flota de Compañía Trasmediterránea

     En 1918, al constituirse Isleña Marítima en filial de Compañía Trasmediterránea, el vapor Miramar pasó a navegar por cuenta de la naciente naviera junto a sus compañeros de flota Rey Jaime I, Rey Jaime II, Balear, Bellver, Mallorca, Cataluña, Isleño, Lulio, Ciudad de Palma, y Formentera, aunque el azar hizo que lo hiciera por poquísimo tiempo.



El trágico final de su vida marinera

     La escasez de carbón que motivó la guerra europea, también aconsejó apartar al Miramar de sus habituales servicios en el sector de Baleares, y pintado su casco de negro, como buque carguero, a principios de 1918 emprendió su primer viaje al puerto de Musel para cargar carbón con destino a Cádiz.

     A las cinco de la tarde del día 8 de febrero el Miramar salió de Gijón y sobre las tres de la madrugada del día siguiente embarrancó en los acantilados de Gargacido, cerca del pueblo de Cariño (A Coruña), en la zona de cabo Ortegal, perdiéndose el buque totalmente y pereciendo los siguientes tripulantes:
                            

Jorge Benassar Juan

Capitán

Luis Cuéllar y Cuéllar

Radiotelegrafista

Antonio Company

Mayordomo

Jaime García García

Pañolero

Bartolomé Suau Sastre

Carpintero

Jaime Palou Tomás

Camarero

Nicolás Vivó Palerm

Marinero

Antonio Pujol García

Fogonero

Montserrat March Amengual

Fogonero

José Alba Real

Marmitón

 

El periódico "La Voz de Galicia" del día 10 de febrero de 1918, narró en estos términos el naufragio del Miramar:

“A las 3 de la madrugada de hoy (día 9), encalló en una ensenada de Aguillones, cerca del cabo Ortegal, un vapor llamado "Miramar”, de la compañía Isleña Marítima y matrícula de Palma de Mallorca.

Desplazaba el buque unas 1.600 toneladas y se dirigía con rumbo a Cádiz, conduciendo un cargamento de carbón tomado en el puerto de Musel, de donde salió ayer a las cinco de la tarde.

A las tres de la madrugada, hora en que ocurrió el siniestro, iba de guardia el oficial primero, quien, al advertir que el buque había tocado en las rocas, ordenó que se echaran los botes al agua; pero el oleaje destrozó algunos, librándose de los embates del mar solamente dos, que fueron ocupados por los marineros.

Una de las citadas embarcaciones, después de correr grandes riesgos y de estar varias veces a punto de naufragar, consiguió llegar a la bahía de Cariño, zozobrando a la entrada, desde donde los individuos que la ocupaban, comenzaron a pedir socorro.

A sus gritos, varios marineros acudieron en auxilio de los infelices que luchaban contra el mar y la niebla, que les impedía conocer el sitio en que se encontraban.

Trabajo costó a los abnegados marineros de este puerto dar con los que demandaban auxilio, pero al fin, pudieron encontrarlos y recogerlos, trayéndolos a tierra, donde relataron la forma en que ocurrió el accidente y señalaron el lugar en que el “Miramar” se hallaba encallado.

Circulada la noticia, muchos vecinos de este puerto salimos con dirección a Aguillones, bordeando la abrupta costa y venciendo las enormes dificultades que el camino ofrecía. Cuando llegamos, empezaban a desembarcar los náufragos.

Un audaz marinero, atándose a la cintura un nuevo cabo, se arrojó al mar, y a nado, lo trajo hasta tierra, quedando de esta suerte establecida la comunicación entre el buque y la playa.

Luego, con la ayuda de los que habíamos acudido al lugar mencionado, comenzaron a pasar, braceando por dicho cabo, hasta 27 tripulantes del vapor “Miramar”.

Venciendo enormes dificultades, logramos traer a los mencionados marineros a Cariño.

Según éstos manifiestan, faltan diez hombres de los que constituían la tripulación del vapor encallado.

Se cree que al ser destrozados por el mar los botes en que habían intentado salvarse, fueron estrellados contra las rocas por el mar, cada vez más embravecido.

Entre los que se supone han perecido, figura el capitán Don Jorge Bennasar y el telegrafista del buque, Don Luis Cuéllar.

El mar arrojó más tarde dos cadáveres. Se cree imposible subirlos a la ribera, dado el estado imponente del mar, que bate furiosamente contra los acantilados de la costa.

Se dedicaba el “Miramar” a conducir pasaje y correo entre Palma de Mallorca y Barcelona y era éste el primer viaje de cabotaje que hacía.

Se considera inminente la pérdida total del barco y su cargamento".



     Los náufragos fueron alojados y asistidos en casas de los vecinos del pueblo y los cuerpos de los fallecidos que pudieron ser rescatados, recibieron sepultura en el cementerio de Cariño.

 

     El capitán Damián Rigo Mir fue comisionado por Isleña Marítima para desplazarse al lugar del naufragio, al objeto de estudiar la posibilidad de la recuperación del Miramar, pero el estado en que se encontraba, materialmente empotrado en los acantilados, no permitió salvamento alguno. El día 12 se dió el barco por perdido y el 15 salieron para A Coruña veintiseis supervivientes de la tragedia, después de asistir a una misa de réquiem por las víctimas, a la que asistió el pueblo entero. En Cariño quedaron el primer y segundo oficial de puente así como el primer maquinista. El barco ha sido siempre conocido por los habitantes de Cariño como el "mallorquín".

 

     Cuando los supervivientes llegaron a Palma se dirigieron a la capilla del Hospital, para ofrendar al Santo Cristo de la Sangre la cuerda que les permitió su salvamento.

 

     Los náufragos del Miramar pidieron a los representantes de la empresa armadora que la campana del buque fuera regalada a la ermita de San Xiao do Trebo, pero el párroco de Cariño solicitó que fuera cedida a la iglesia del pueblo donde, desde entonces, está emplazada en el campanario, debajo de la campana principal, y dicen los lugareños que años atrás se usaba para realizar el "toque a difuntos" cuando el fallecido era un recién nacido o un niño.

 

     Se pudieron recuperar elementos del buque, como la caldera, que en el año 1926 fue instalada en el vapor Romeu.

 



Referencias documentales:

Libro corporativo del Centenario "TRASMEDITERRÁNEA. 1917-2017", de Juan Carlos Díaz Lorenzo, Francisco Font Betanzos y Laureano García Fuentes.

 

Libro "Historia de la Flota", de Juan Carlos Díaz Lorenzo.

Libro "La Marina en las Baleares", de Juan Pou Muntaner.

Libro "Vapores de las Islas Baleares", de Ramón Sampol Isern.

 

Revista "Baleares", nº 42, de 20 de febrero de 1918.

Web
 www.vidamaritima.com, de Vicente Sanahuja.

Web
 www.miramarshipsindex.org.nz .

Lloyd´s Register of Shipping, año 1910.

MISCELÁNEA DOCUMENTAL

 

Carta de agradecimiento del Segundo Oficial del "Miramar", a los habitantes de Cariño

 

 

Poesía dedicada al naufragio del "Miramar"

Publicada en el semanario "Folch y Fun" de 16 de febrero de 1918

 

GALERÍA DE IMÁGENES

 

El vapor Miramar atracado en el embarcadero de la Puerta de la Paz sobre el año 1905.

A la izquierda de la imagen se puede observar el edificio de la Junta de Obras del Puerto en construcción.
Archivo: Vicente Sanahuja Albiñana

 

Entrando en Palma de Mallorca.
Archivo: Jaume Cifré Sánchez

 

El vapor Miramar en la línea Alger-Palma-Barcelona.

Archivo: lgf

 

El capitán Ricardo Terrasa y el piloto Jorge Benassar en el puente del vapor Miramar,

durante la excursión a Valencia organizada por el diario "La Última Hora" en el año 1909.

Revista "Baleares", nº 42, de 20 de febrero de 1918

NUEVA IMAGEN (03/02/2019)

 

Los vapores Miramar y Bellver navegando rumbo a Valencia en la excursión organizada

por el diario "La Última Hora" en el año 1909. Fotografía tomada desde el vapor Bellver.

Revista "Baleares", nº 42, de 20 de febrero de 1918

NUEVA IMAGEN (03/02/2019)

 

En el puerto de Barcelona. A la izquierda de la imagen el cañonero Temerario.
Archivo: Vicente Sanahuja Albiñana

 

Tomado por su aleta de estribor en Palma de Mallorca.

Archivo: Jaume Cifré Sánchez

 

En el puerto de Barcelona en uno de sus atraques habituales.
Archivo: Vicente Sanahuja Albiñana

 

Fondeado en Palma de Mallorca mostrando su costado de estribor.

Archivo: lgf

 

El vapor Miramar tomado por su amura de babor.
Archivo: Jaume Cifré Sánchez

 

Atracado en la Puerta de la Paz de Barcelona en una imagen en la que se aprecia con detalle la superestructura de proa.

Archivo: Jaume Cifré Sánchez

 

El vapor Miramar tomado por su amura de estribor.
Archivo: Juan Ignacio Bas Grau

 

Bonita acuarela del vapor Miramar realizada por Ramón Sampol Isern.
Del libro de Ramón Sampol Isern "Vapores de las islas Baleares"

 

El Miramar, con su casco pintado de negro, convertido en carguero.

 

El vapor Miramar, abatido sobre su costado de babor, en su lecho de muerte en los acantilados de Gargacido.

Fotografía: Manuel Lugilde Penela

Imagen expuesta en la exposición conmemorativa del Centenario de la Compañía Trasmediterránea,

organizada por Jesús Oliver Blanco, en el Museo Militar del Castillo de San Carlos de Palma de Mallorca.

 

Cuadro del vapor expuesto en el Monasterio de Miramar, en recuerdo del buque que llevó su nombre.
Fotografía: LGF

 

La iglesia de Cariño, cuyo campanario alberga, debajo de la campana principal, a la campana de proa del vapor Miramar.

Fotografías: LGF

 

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